sábado, 10 de febrero de 2007

Los colores

Haciendo un flash forward, o sea, volviendo hacia el presente, esta es otra imagen de nuestra experiencia holandesa de Octubre. Se trata de un garabato pintado en la pared. Estaba en nuestro cuarto del hostal Flying Pig, de gloriosa memoria. Su interes radica en que bajo los efectos de las setas, los colores brillantes se intensifican y cobran una pureza y un esplendor muy hermosos. Era la primera vez que ingería los hongos mexicanos que compramos en una tienda, con consejos para su uso y de una nevera refrigerada. Ah, Amsterdam! Recomendaban media bandeja para un viaje suave y una para uno más fuerte. Como eramos tres y de gran talla, al menos de cintura, compramos dos bandejas de las más suaves, para que fuera seguro y tranquilo pero intenso. Debido al mal tiempo y a los primeros embates en mis acompañantes de su merienda de setas, acabamos metiendonos en la habitación del hostal. Alli vivimos una eternidad en otro mundo, pequeño y seguro, que se reducía a nuestras cabezas, los colores y nosotros tres. Nos tumbamos, nos levantamos, nos hicimos porros dificultosamente y subiamos y bajamos al ritmo de los tamboriles chamanicos de los hongos. Cada uno, en loca armonia, ignoraba a los demas en su cabalgar y la capacidad de concentración volaba como una hoja al viento. Tuvimos visitas, que yo, al menos, viví como una violenta irrupción, sobre todo los guiris que compartían habitacion con nosotros, los pobres. Cuchon, por el contrario, les entró verborreico perdido, lo cual hizo que reinara el buen rollo, ya que venian a hacer lo mismo que nosotros. También apareció un par de veces un personaje peculiar, un catalan que vivía en el hostal a cambio de currar alli, y que nos encontró revolcados y nos soportó con mucho angel, el nota debía haber visto, y hecho, lo más grande. Bueno, la cosa fue eterna, el tiempo no corría, y presos de manias futiles, abrimos y cerramos el arcon con nuestras cosas unas doscientas veces. De repente, nuestro ojo caía sobre una tolla naranja que teniamos y embobados casi llegabamos al llanto por su calido color que refulgía en la gris tarde otoñal de los canales. O, apoyados en la ventana para intentar hacernos un canuto, una cortina verde danzaba en una ventana de buhardilla como un duende. Poco a poco, fuimos recuperando la cordura, o eso creiamos. Decidimos ducharnos y fue la prueba más dificil, con la confusión de los movimientos aplicada a una superficie resbaladiza y angosta. Pero una vez duchado, el mundo parecia volver como en una digestion lenta a sus contornos.....
Ha sido una experiencia muy interesante, muy agradable y que me hizo sentir euforico, porque abría, realmente, las puertas de la percepción. Que grosera, sucia y hasta ruidosa, resulta ahora la ebriedad alcoholica, que tambien he frecuentado. Compartir esos momentos con ambos queridos amigos me hizo sentir muy feliz, satisfecho de superar un nuevo reto desconocido hasta el momento. Hay que repetirlo.

jueves, 8 de febrero de 2007

Cuchon's life

En comparación con la anterior, de la bahía de ensueño, está no resulta muy especial, pero claro, esta es una bitaácora, así que se trata de lo que me resulta especial a mi. Estamos en Mayo de 2006, se trata de una de mis dos semanas de vacaciones, y me hallo en Londres, donde Isa y yo nos hemos pegado nuestro primer viaje desde que estamos juntos. Pagado y organizado integramente por nosotros, lo sentí como una especie de recompensa por llevar más o menos bien la cuestión de la madurez y la independencia, al menos en lo laboral y tal, pascual. Pero también fué muy importante a quien fuimos a ver (y squatear), el Viejo, pero siempre joven (y jartible) Cerdo linense, Cuchon I de la Curva. Aparte de ser de los pocos con los que puedo enrrollarme con mis conversaciones más absurdas/carentes de interes para la mayoria, es el epítome del emigrante gaditano de mediana edad que asuela nuestra geografía natal. De las personas más cercanas, ninguna se ha ido tan lejos, salvo el Teti. Ademas, Londres, una ciudad que ya conocía, lo que te da una empatía mayor y el desarrollo y uso de la telefonia IP hicieron el resto. De hecho, hubo una epoca en que hablabamos (y discutiamos, oh, si!) más que cuando estaba en la tacita. O sea, que alli estabamos, en Londres, Mayo, con Juanma y tomandonos un cafe Latte en el bar-garito-cultureta-alternati -posh donde curra Cuchon, con un delantal negro muy elegante. Y percibo, mas que recuerdo, en la foto que estabamos sentados fuera del recinto del Spitz, como llamare al bar-garito-cultureta-etc. a partir de ahora para abreviar. O sea, estabamos en el interior del mercado, encantador mercado ingles, de Spitalfields, que tiene un aire hippy-bohemio. Eso sólo podía significar una cosa, CANUTOS. Recapitulando, estaba en Londres, en Mayo, con mi primer viaje con Isa, con Cuchon, en su curro, tomando cafe y fumandome un canu. Vamos, como para no incluir esta foto en mi bitacora de experiencias memorables.
Ademas, he comprobado que cuando visitas a una persona con la que has tenido grandes lazos pero que vive una vida muy diferente, el ir y conocer esa vida, compartirla, te hace conocerla, comprenderla y saborearla. Como me gusta decir, las relaciones son como tapices o alfombras, compuestas de miles de pequeños nudos. Con el tiempo se gastan, cede, y se abren boquetes. Al ir a Londres, seguí anudando la alfombra particular que Juanmita y yo tejemos desde aquella lejana partida de ping pong frente a Ca Teti, en Huerta del Obispo cuando nos conocimos.

miércoles, 7 de febrero de 2007

The most beatiful place I have ever seen

Este es, como digo arriba, el lugar más maravilloso y hermoso que he visto jamas. Se encuentra en la bahía de Ha Long, que está considerada la tercera bahía más hermosa del mundo. Despues de Ha Long, no quisiera morir sin ver las otras. Me encontraba haciendo un minicrucero con Angu, mi anfitriona en Indochina, era el final de mi estancia allí, tanto que bajé del barco, cogí el coche que nos ponía la agencia y tiré para el aeropuerto. Acababamos de salir de puerto cuando pusimos proa hacia un grupo de islas en la distancia, ocultas entre la bruma. No eran algo espectacular desde puerto, pero nunca olvidaré la sensación de estupor que sufrí cuando rodeamos la primera isla que, a modo de pantalla, ocultaba un archipielago de 3000 islas, algunas del tamaño de una casa unifamiliar y otras con varios cientos de metros de alturas, donde vivian hasta monos, pero ningun ser humano. El horizonte era confuso, porque tras las islas y entre ellas se veian recortadas las siluetas de otras islas, cada vez mas tenues, hasta que no habia un solo espacio libre, pese a estar en el mar. Resultaba como navegar por un cañon de un rio, pero con multiples canales. El aire me azotaba el rostro alegremente, feliz de haber salido de la ciudad, donde estaba atrapado entre los gases y las aglomeraciones humanas. Sobre nosotros, volaban aguilas pescadoras enormes, de mas de un metro de envergadura y de los acantilados de las islas caian cabelleras vegetales que rozaban el mar. Una marca de un metro y medio marcaba la marea alta, dando mayor sensación de irrealidad aun. Ante tanta belleza, que soy incapaz de reproducir aqui, mi unica reacción fue abrazarme con la boca abierta, quedarme callado (durante mas de 50 minutos, inedito!!) y llorar, llorar con enormes lagrimones, estupefacto por la grandiosidad de un paisaje inimaginable, uno de esos sitios en que no puedes mas que dar gracias por que exista algo asi y estar allí. Sabes que no mereces tanta belleza, que es más de lo que la vida habitual permite. Pero la tienes, la quieres coger, abrazar, retener, para que nunca dejes de ver esa gloria de la naturaleza. Me senti inmensamente afortunado y humilde. Una de las experiencias que me hicieron desear abrir este espacio de expresión e intercambio.

martes, 6 de febrero de 2007

Mas alto!!


Esta imagen es un poco sosa, pero es la única en que se percibe que estoy colgado de un parapente. Estaba a punto ya de aterrizar, pero llegamos a volar a cientos de metros del suelo. Violando las escarpadas pendientes, sobrevolé un rebaño de cabras montesas, que huían espantadas al vernos pasar, como criaturas mitológicas, mitad humano, mitad ave. Este vuelo fué mi regalo de cumpleaños para Ale, es lo menos que se podía despachar para quien te lleva de finde loco a Amsterdam, ¿no? Estuvimos toda la mañana yendo de una montaña a otra, en busca del viento y cuando llegamos al sitio, horas fumando porros (sobre todo yo) esperando a que se levantara alguna rafaga. Tardó pero valió la pena, porque la sensación de estar colgado del cielo es impresionante. Al girar para tomar velocidad, el silencio de la mañana en la sierra se afilaba hasta que parecia una olla express a punto de explotar. Aunque no tengo especial interes por aficionarme al parapente, ese dia entendí a quienes montan su vida alrededor. Viven en torno a las cumbres, pendientes del viento, casi oliendo en el aire las señales que les permitiran alzar el vuelo. Vimos, entre otra mucha gente, a un guiri ya curtido, de unos 50-60 años que llego solano, se montó su parapente y se tiró como el que salta al agua un día de calor desde el puente canal. Se le veía mucho mas feliz volando y dando vueltas sobre nuestras cabezas que andando sobre los pies. Como contraste, nosotros, novatos en el asunto, con bastante canguelo en lo alto, que debimos contentarnos con colgar delante del piloto, que movia la vela a su antojo, y sentirnos espectadores por un dia de lo que ellos ven a diario. Me encanta mi trabajo y me hace feliz, pero sentí una punzada de envidia por aquellos hombres y mujeres por trabajar en el aire.

lunes, 5 de febrero de 2007

La ciudad de los canales y la hierba

Ea, aqui comienza mi autopsia en vida. En esta imagen podemos ver al humilde protagonista de esta aventura con Ale. Estabamos pasando un finde en Amsterdam para celebrar mi trigesimo natalicio con Cuchon, que es el autor de la foto. Realmente fué una experiencia estupenda, porque nunca había viajado de esa forma con dos amigos. Siempre hay novias, o los scouts o algo que impide hacer cosas asi. Con Ale y Juanma, mis mejores amigos, no había viajado a solas nunca y fue algo genial. Ademas, Amsterdam te da una sensación de libertad inigualable. Pese a ser la segunda vez que iba y lo mucho que me he movido, allí uno se sigue sintiendo un provinciano. Como se puede ver, llevo un paraguas de colores, llevaba mucho tiempo deseando uno asi, por lo que en cuanto lo ví, me lo compre. De hecho, lo adquirí con tanta precipitación, que no comprobe si funcionaba y, efectivamente, no lo hacía. Viajo de la tienda a la papelera en cuestión de una hora. Por lo demas, el efecto del famoso y nunca bien ponderado THC holandes es evidente en nuestras expresiones. No se si eso fue lo que empujo a Ale a intentar penetrar a la estatua por su oreja. En cualquier caso, no parecen descontentos ninguno de los dos, sobre todo Ale.

Proemio y justificación

Despues de mucho tiempo sin sentirme interesado por los blogs, me he decidido a crear un espacio donde expresarme. Viendo las bitacoras de mis amigos y familiares, he llegado a una conclusión: Me la pela la creatividad. Será porque no tengo ni me interesa especialmente. No escribo, ni dibujo, ni toco un instrumento ni siquiera sé cantar. Es mas, estoy harto de artistas y pseudoartistas (cada cual que se meta en la categoría que prefiera), naci en la casa de un poeta, tengo un hermano escritor y numerosas amistades con el prurito de la creación. Y nada, no me atrae lo más minimo.

Entonces, ¿qué? ¿Como rellenaré este espacio en blanco que me acabo de sacar de la pestaña? Experiencias. En concreto viajes, aunque dejo abierta la puerta a otro tipo de experiencias, pero siempre he querido contar mis viajes, como en los libros antiguos. Tengo desde hace muchos años una "lista mental" de cosas que quiero hacer mientras aun este caliente sobre este mundo. Es una lista curiosa, porque se va escribiendo muchas veces a posteriori, sólo una vez he vivido algo puedo decidir si merece entrar a formar parte de las experiencias que merecen la pena ser vividas. Puede ser un viaje a Amsterdam, o un viaje en Amsterdam. La cosa es que las considere valiosas y representativas del mosaico que soy y que quiero enriquecer sin descanso.

Así pues, iré colgando fotos que respondan a esas experiencias y sensaciones. Algunas seran bien acogidas, otras no e incluso algunas incomprendidas. Me da igual. Sólo ofrezco un trocito de mi vida, quizas el que más me gusta y quisiera compartir.