martes, 5 de febrero de 2008

Jarto de curas



Este de aquí, el Supremo Inquisidor, Rouco Varela, me sirve de diana para poder rajar a gusto del cutrepais que tenemos. Y esto viene a cuento de todo el rollo que han montado y montan los "jodios" obispos cuando no les parece bien algo. Lo peor, y por eso lo de cutrepais, es que muchisima gente no ve lo peligroso de dejar que nos tutelen estos pseudoscastos, hablando de matrimonios (los que no se casan), de familia (como mucho, una hermana solterona que les hace el potaje de mama) y de niños, como si a ciudadanos mayores de edad les hiciera falta su continuo sermón, que pretenden que sea guía no de católicos (siempre he respetado todas las opciones sexuales y el masoquismo también), sino del conjunto de la sociedad, soltando perlas como que se está atacando a la democracia (Que coño sabran ellos de eso) por no seguir su "magisterio" sobre donde y como meterla (a eso se reduce, si os dais cuenta) y como educar al fruto de la susodicha metida (y sacada, claro). Cualquier gobierno minimamente digno debría denunciar los putos acuerdos de Suarez, tomados con nocturnidad y alevosía y colocar a la iglesia en su sitio, una mas de muchas, muchisimas, ONGs. ¿Que quieren dinero? Que le cobren una cuota a sus socios. ¿Que tienen un proyecto que es interesante para la sociedad(alguno habra, digo yo)? Que pasen por todo el papeleo pre y possubvención, como todo cristo (lo cogeis?), que se harten de currar y que dejen de dar la murga. Y eso porque, aunque como ateo me joden todas las supersticiones de mierda estas, defiendo el derecho de cada uno de creer la gilipollez de turno que le apetezca. Pero que se pague el vicio de su bolsillo. Amen