Devolviendo a la bitácora su función primordial, a saber, dar el coñazo a amigos y familiares con las vacaciones de cada cual, aprovecho para mostraros un par de "afotos" de Toulouse, una ciudad que nunca había pensado en visitar pero que me ha dejado un gran sabor de boca, porque tiene un gran ambiente, buen clima y un pueblecito que reconoce la valía de gente como yo. Además de ese pueblo, al que fuimos para asistir a un festival de malabarismo, os cuelgo una foto de una iglesia gótica muy chula y de un puestecito de instrumentos musicales en un mercadillo alucinante, donde un viejecillo se dedicaba a enseñar a los críos a tocar instrumentos e intentaba crear melodías con ellos.
Os recomiendo a los que podáis que os dejéis caer por allí, especialmente a los barceloneses, que os coge muy a mano. Además, suelen hablar castellano casi todos y son gente amable, abierta y, en muchos casos, con ascendiente español (una nieta de exiliados republicanos nos llevo de vuelta haciendo dedo desde Ramonville).
Esta foto es para mi un recuerdo emocionante, era hermoso y fascinante como el venerable anciano conectaba mejor que nadie con los niños a través de la música.
1 comentario:
De la ultima foto, el viejete creando música con los niños, sólo puedo decir que me fui de alli con lagrimas de emocion. No es algo que se pueda transmitir solo con imagenes, hay que vivirlo. La creacion en estado puro, la admiración mutua entre generaciones. Este señor, perdía mucho mas dinero del que pudiera recaudar, puesto que si le das un tambor a un niño de 3 años le va a durar dos minutos entero, pero al ver su cara observando a los niños mientras investigaban nuevos sonidos e instrumentos te das cuenta de por qué se dedica a esto.
Al ver la foto, aun puedo recordar los sonidos, el ruido y su mirada. Inolvidable!
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