Aunque este pequeño divertimento roza el absurdo cthulhuniano, creo que es un documento de valor inestimable, aunque siempre quedará una duda... ¿Como puedo estar escribiendo estas palabras si tengo pezuñas?
Pd: Los lechones no son míos, se los estoy cuidando al Teti, al Pewee, a Nacho y demás padres precoces.
jueves, 12 de julio de 2007
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3 comentarios:
Sorprende sin duda esa mirada que el cerdoleón lanza a los lechones, cual ser hambriento mirando un surtido de ibéricos...
Que malo eres! La mirada, en origen canuteril, es ahora de amoroso cariño por los jabatos que me maman de las tetillas, dandome gustirrinin!
ole ese ramón dominando el photoshop!!!
Por cierto, la miradita....yo diría que es, más que canutil, viciosilla.....
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