martes, 4 de noviembre de 2008

The audacity of hope





Hoy he visto algo que no creí que vería nunca, la elección de un negro, un hombre de color (negro) como presidente de Estados Unidos. Si nos acordamos (porque ya es historia de todos los seres humanos) de las dos fotos en blanco y negro, de hace apenas 50 años, o menos, podremos darnos cuenta de cuan histórico es el día de hoy. Histórico y emocionante, porque aunque mañana sea el momento de decepcionarnos o enfadarnos con el nuevo Mr President, por serlo, hoy creo que es un día de orgullo para la humanidad, para cierta humanidad, la que no quiere mirar atras, a la caverna del odio, de la tribu, del palo y la sangre. La que mira al futuro, sin vanas ilusiones pero con optimismo, con la idea de que no estamos condenados a matarnos, maltratarnos, odiarnos... Hoy es también un día para sentirnos mas cerca de Estados Unidos, porque durante mucho tiempo, la gente normal de ese pais ha dejado que se lo robaran los locos de las armas, los pirados de la biblia, los enchaquetados de Wall Street, y los demas hemos dejado que nos convencieran de que esos eran los Estados Unidos. Hoy no. Y me alegro.

Mañana, quizas nos manifestemos contra el imperialismo de nuevo, hoy me regocijo con millones en todo el mundo. Por Martin Luther King, por Rosa Parks y por todos los que eran menos y hoy no lo son tanto.
Pd: Esta entrada la escribí el día 4, pero hasta el día siguiente, sabiendo ya los resultados, no me atreví a colgarla, por si acaso volvia a haber un pucherazo como en 2000.

1 comentario:

Soulkeep dijo...

OBAMA TO THE POWER.

La verdad es que al margen de como lo haga (que creo que lo hará bien),es una fecha histórica, de esas que se estudian en las clases de historia. Más que por el cambio, que habrá que verlo, por lo que esto tiene valor es por la ilusión que genera en tanta gente. Ilusión que no puede decepcionarse, claro. Y el caso es que el señor Obama transmite una seguridad, una calma y un carisma difíciles de encontrar hoy en día, propia de auténticos iconos, de personas que se convierten en figuras, que trascienden. Ojalá se equivoquen los escépticos. Hoy ha comenzado el Siglo XXI.