30 años y diplomada

Supongo que a las personas, las fechas, los cumpleaños, aniversarios y demás "días especiales" nos sirven para sentir el paso del tiempo, para dejar de acumular jornadas y dar la importancia que merecen a las personas y cosas que nos "pasan" por la vida. Es evidente que es absurdo concentrar ciertas expresiones de emoción un 8 de Agosto, un 14 de Marzo o un 16 de Octubre, porque el 9, el 15 o el 17 casi todo es idéntico, pero lo hacemos. Quizás necesitamos elegir una fecha porque así podemos escapar a lo cotidiano, que es la vida, pero que necesita un poco de sal.

Así que festejamos los cumpleaños, la patria o el nacimiento de Dios, el que lo haga.

Todo esto viene a cuento de que en breve mi pareja dejara de ser veinteañera y se unirá al prestigioso club de los 30. Como sabéis, desde que cumplí mis propios treinta añazos, esa fecha se ha convertido en un totem, por culpa del Ale, que decidió celebrarlo llevándome a la ciudad de los canales (ver entradas más antiguas). Y ahora le toca a ella, y quiero darle con estas palabras un tributo, modesto, a la altura de lo que merece. Además, que no es poco, ha terminado Educación Social, sueño y pesadilla de largos años y ha encontrado trabajo de algo que es perfecto para ella, estará rodeada de gente que sufre....

Isa ha conseguido realizar gran parte de sus objetivos, sobreponiéndose a numerosas dificultades, la primera, una familia que no creía demasiado en el valor de los estudios ni en ella. Ha demostrado lo que vale, siendo la primera y única de su familia en obtener una carrera universitaria. Y eso a partir de una casa en la que los libros son esos grandes desconocidos, donde sólo se valora el trabajo que da dinero ya, sin plantearse para que se trabaja o si debería ser algo mas que la forma de conseguir pan. Y lo respeto, ojo, que mi propia historia hace muy fácil ser leído y hasta pedante, pero sé que la vida es muy dificil para mucha gente, que se levanta y se acuesta trabajando. Pero a Isa eso siempre se le ha quedado corto, ella ha querido y quiere ir mucho mas allá, tener una profesión, y que sea ayudar a los demás, a aquellos que la sociedad dejamos de lado, a los enfermos mentales, a los niños a los que mas valdría no tener padres que tener los que tienen.

Además, Isa ha dedicado mucho tiempo a otras cosas, a los scouts, a Algaribe, a Derechos Humanos, sabiendo que no se puede intentar ser solidaria en teoría, esperando cobrar un sueldo por ello y no darte entero, corazón, sangre y pulmón, que dicen Orishas. Y por eso me siento muy, muy orgulloso de ella, contento de no haberme equivocado al creer que era alguien por quien se podía apostar, pese a tener tantas cosas en cara. Y al final, como le he dicho siempre a ella, la recompensa llega. Te ha llegado, Isa, te está llegando. Porque te lo mereces, porque lo has peleado. Mi más sincero aplauso y admiración. Feliz cumpleaños, carrera y nuevo trabajo.
Chapó!

Te quiero