miércoles, 24 de octubre de 2007

El Ale


Cenaba yo el otro día un rico tazón de pucherito de la Isa, cuando recibí una llamada, una de esas que te hacen pensar, y te hacen sentir bien, así que podemos decir que era una llamada de primera. Se trataba del protagonista de la foto, que, habiendo tenido un día regulín, había visitado por primera vez esta mi bitácora. Como es hombre de extremos, aunque no lo parezca, se la leyó entera del tirón, como un machote. Por supuesto, se asomo para ver su propia cara y su nombre recogidos, como no podía ser menos en cualquier crónica de mi no demasiado humilde, reconozcamoslo, existencia. Cosa, que no sé por que, le sorprendió y le animo a un tiempo.
Es por ello, que decían los inmortales Martes y Trece, que me llamó, dejándome un poco más contento conmigo mismo y con estas humildes lineas, que tan benéfico poder resultaron haber tenido.

Pero decía que me dejó pensando, unas lineas más arriba, y fue que había escrito sobre muchas cosas hechas con Ale, pero no, directamente, de él. Tamaño desliz exigía ser reparado de acuerdo a las mejores costumbres de nuestros padres, tal que el duelo al amanecer. Pero ambos estuvimos de acuerdo (no pregunté, pero no hizo falta) en que al amanecer, un cojón de pato íbamos a hacer algo. Y menos un duelo, con lo que se suda si es a espada y el frío que hace si es a pistola. Bueno, como iba diciendo, descartado el duelo, quedaba la reparación. Y en eso estamos.

Me encamine a abrir mi baúl de fotos (digital, claro, tiene menos polvo) para encontrar la que mejor pudiera servir a mi noble propósito, y encontré la que adorna esta cabecera. Corría el Anno Domini de MCMXCVIII y me hallaba en las felices y frescas tierras bretonas, región aquella de mucha mantequilla y poco sol. Y el Ale, con dos cojones, vino a verme!!!!! Y aquí está la prueba, el tío, sentado en mi silla en mi habitación (es decir, un sitio en el que eche más horas que en hacer la EGB). Fue una demostración de amor superlativa, me hizo doblemente feliz, por tenerlo conmigo y poder hacerlo participe, cómplice incluso, de mis andanzas gabachiennes. Así, movimos una roca de varias toneladas, hicimos autostop por el agro bretón y nos tomamos un colacao de lo más cargao.

Gracias Ale, picha, eres el mejor.

5 comentarios:

Alejandro Juan Malpartida dijo...

La verdad, es que irse a la otra punta de Francia, con un control del Ingles que deja mucho que desear, cero conocimiento de frances y tres tarjetas mal escritas con "quiero un coche cama", no es la mejor forma de viajar, pero ver la cara de Ramón en la estacion de Brest merecio la pena.

Para nosotros recuerdos quedan esos dias felices.

Mon, iria por ti al fin del mundo.

Te quiero


PD:En el fondo aun no te he perdonado por lo del perro.

Hastur dijo...

¿No era una perra? De raza vasca, creo recordar.....

Soulkeep dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con lo aquí expresado: el Ale es un cacho de pan (antes era una telera y ahora una baguetina, jejej) No en serio, lo conozco hace mucho tiempo y se de lo honrado de su carácter, es una muy buena persona (De hecho ahora me va acoger en su sevillana casa con gran magnanimidad) Solo una pega: El Teti y yo también fuimos a verte a esa amplia y lujosa habitación de Brest y no hemos recibido tamaño homenaje. No os digo que os quiero porque sería demasiado pasteloso, pero es que os quiero, coño...

Hastur dijo...

No te pongas celosín, Pablo! A ti te he dedicado en exclusiva mas de un post y ademas, a ti te pagaron el viaje, picha, y no fuiste solo!!! A cada uno, lo suyo.

Lukillas dijo...

Me ha encantao el post Ramoncín!!! Jajaja
Ay!!! Qué ganitas tengo de que os vengáis Isa y tú!!
Ah! y ya no sé cuántas veces le he dicho a Ale que se venga....
Bueno, un abrazo muy fuerte!!

Lukillas